Conmoción y estupor en el mundo del motor. Jeremy Clarkson, presentador y líder espiritual y real de Top Gear, ha sido suspendido por la BBC, canal que emite el programa automovilístico. Es más, no sólo Clarkson ha sido suspendido, el propio programa también. Al menos el del domingo, sin más explicación.
Ojipláticos y anonadas se han quedado los más de 350 millones de espectadores que se estima ven el programa semanalmente, en 170 países. Este domingo, no verán a Clarkson, Hammond y James destrozar, conducir, criticar ni alabar coches. Se avecina drama.