The walking dead

The Walking Dead cuenta la historia de las secuelas de un apocalipsis zombi, siguiendo a un pequeño grupo de supervivientes que viajan a través de Estados Unidos en busca de un nuevo hogar, lejos de las hordas de zombis. Tras despertar de un coma en un hospital abandonado, el oficial de policía Rick Grimes (Andrew Lincoln) se da cuenta de que el mundo que conocía ya no existe, el caos se ha apoderado de la ciudad debido a que inexplicablemente los muertos caminantes dominan las calles. A las afueras de Atlanta, un pequeño campamento lucha por sobrevivir mientras los muertos-vivientes los acechan a cada momento.
Dicho grupo, guiado por Shane Walsh (interpretado por Jon Bernthal), pasa a ser liderado por Rick, a quién encuentran después de haberlo dado por muerto. Éste último, anteriormente había encontrado en Atlanta a un grupo pequeño que ha ido a la ciudad a buscar víveres y lo llevan al campamento donde encuentra ahí a su esposa Lori (Sarah Wayne Callies) y a su hijo Carl (Chandler Riggs). Mientras su situación se vuelve más y más sombría, la desesperación del grupo por sobrevivir les obliga a hacer cosas que en su vida anterior a la plaga zombi no se habrían imaginado hacer jamás.
Así comenzaba la historia de zombies más grande jamás contada en televisión. Tras cinco años en antena, varios récords de audiencia destrozados, un techo cualitativo que parece no tener fin y decenas de muertes, la historia es bien distinta. El grupo se ha dado cuenta que no es a los zombies a quien deben temer, sino a los humanos. Tras intensos encuentros con gente como El Gobernador, los habitantes de Terminus o la idílica (o no tanto) comunidad de Alexandría, Rick Grimes y los suyos (Michones, Daryl, Carol, Maggie, Glenn...) tienen claro que están solos ante el peligro y que mucho tendrá que demostrarle cualquiera, para ser aceptado en el grupo.
Fotos: AMC