Tras dos meses de idas y venidas, expulsiones, repescas, engaños, estrategias, discusiones, regalos de despedida, flirteos y mucho más, tocaba elegir. La cuarta edición de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? llegaba a su fin y lo hacía, como era de esperar, con muchas preguntas por responder. Y es que, a excepción de David, pocos tróspidos tenían claro qué iban a hacer con su corazón.