No sólo de superhéroes, zombies y vampiros vive el hombre. Bueno, hasta ahora parecía que sí. Pero de un tiempo a esta parte, parece que Hollywood está dispuesta a revitalizar un sector con el que no ha terminado de hacer muy buenas migas históricamente: los videojuegos.
El mundo gamer sigue creciendo de forma exponencial en todo el mundo. Los youtubers que se dedican a él, siguen incrementando sus seguidores y visitas a ritmos endiablados, dando mayor relevancia a los videojuegos más destacados.
De hecho, algunos de los últimos juegos lanzados, han superado en presupuesto a muchas importantes producciones de Hollywood.
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Además, las nuevas plataformas surgidas en los últimos años, han hecho que mucha más gente se enganche al mundo gamer.
Sabor de boca agridulce
Ante tal avalancha de ocio interactivo, Hollywood ha pensado que ésta puede ser la ocasión perfecta para reconciliarse con el sector y hacer, de una vez por todas, un título o varios basados en videojugos que combine calidad y taquilla.
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Algo que, por extraño que parezca, no ha ocurrido hasta el momento. Vale que Street Fighter y Mortal Kombat nos encantaron, pero porque somos facilones, pero todos sabemos que eran flojas, flojas, flojas.
Por tal motivo, a lo largo de los últimos años, han llegado multitud de títulos a las grandes pantallas de todo el mundo. Por desgracia, la maldición se ha mantenido y la gran mayoría de ellos han sido fracasos estrepitosos.
La excepción, como siempre, ha sido alguna rara avis que, bien en calidad, bien en taquilla, se han salvado de la quema. Ahora, que la relación videojuegos y cine sigue siendo de alto riesgo, es una realidad.
Uno de los ejemplos más sangrantes fue, precisamente, una de las adaptaciones más esperadas: Warcraft. Con un presupuesto de 160 millones de dólares y basada en la franquicia de juegos online más exitosa de los últimos tiempos, WoW tenía al mundo geek excitado y asustado.
Excitado porque las expectativas eran enormes. Asustados porque el tráiler no había sido todo lo bueno que esperaban. Y en ésas que llegó el estreno y el batacazo fue tremendo.
Angry Birds
Y si Warcraft fue el fracaso inesperado, la buena noticia llegó de la mano de Angry Birds: La Película. Una cinta que llegó con retraso, tres años tarde, los que le costó al juego de Rovio salir del más absoluto de los olvidos en el que estaba. A pesar de ello, la cinta arrasó en taquilla y la crítica, para sorpresa de muchos, no la puso de vuelta y media.
Todo lo contrario le ocurre a uno de los juegos más cinematográficos del siglo: Assassins Creed, cuya película patinó mucho más de lo esperado. Callum Lynch se dejó el flow en el videojuego, y la versión de carne y hueso que nos regaló Michael Fassbender, quedó muy lejos de la calidad del juego.
Estos son sólo tres ejemplos de los 12 recopilados. Pero no los únicos. La esperanza de este sector está puesta en un clásico que arrasó en su día, pero que en su reboot huele pero que muy mal: Tomb Raider. ¿Será capaz Alicia Vikander de estar a la altura de una Angelina Jolie que revolucionó el mundo? Veremos en 2018.
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Vídeo: Zeleb
