El mundo estalló en mil pedazos y llegó el punk para coronar de crestas las juveniles e irreverentes cabezas de toda una generación.
Rebelión estética y ética contra un sistema que llevaba en crisis por lo menos desde los años 60.
Llegaron los punkis y luego se desvanecieron, como si nada hubiera pasado. ¿O tal vez no? Quizá estén a punto de resucitar.
Antes de nada, sepamos que fue aquello.
1. Sucedió en 1977
Había todo un circuito de bandas underground escupiendo al sistema pero ellos (los Sex Pistols) fueron quienes elevaron el punk a movimiento de masas. Malcolm McLaren y Vivienne Westwood (que por entonces vendían chupas de cuero en su tienda londinense Let It Rock) apadrinaron a un grupo de jóvenes proletarios con ganas de bronca y se obró el prodigio: en 1977 God Save The Queen sacudió los cimientos de la cultura popular. Cuarenta años después la canción sigue sonando tan potente como entonces.
2. Las chicas mandan
El punk es un movimiento igualitario y antipatriarcal. ¿Posfeminismo? Denomínese como se quiera pero lo cierto es que las punkis competían sin complejo alguno con sus congéneres masculinos y si no que se lo pregunten a Nina Hagen, ídolo alemán que mezclaba el rollo punkarra con lo operístico. Casi nada.
3. Todo está permitido
En realidad, el punk fue una derivación de muchas cosas y, al principio, los punks se mezclaban con mods, skins y otras tribus próximas. Rock, soul, ska y otras corrientes musicales están en el origen del punk. Luego el movimiento tendió a la purificación y hubo puñetazos entre facciones. Pero su espíritu mestizo está ahí. Sobre todo en lo estético. El lema era Do it yourself y cada prenda era convertida en algo absolutamente propio por cada usuario.
4. London Calling
E irrumpieron The Clash y compusieron el mejor disco de los años 80: London Calling. Pluscuamperfecto y celebradísimo hasta el punto de que la crítica lo ha colocado en lo más alto de todos los rankings de la época. Definían un momento de efervescencia en el que, efectivamente, Londres llamaba al mundo a acudir a sus calles. Porque, de nuevo, se había convertido en la ciudad donde todo estaba por inventar.
5. French kissin' (in USA)
Al otro lado del Atlántico también surgió el punk pero con menos crestas y un aire arty muy neoyorquino. El bar CBGB de Manhattan era el lugar de encuentro y el escenario donde Ramones, Blondie y otros excelsos representantes del punk USA libraron sus primeras batallas.
6. Sid y Nancy
Todo movimiento necesita su mártir y su tragedia. Sid Vicious, uno de los líderes de Sex Pistols, representó ese papel. Apenas era un adolescente cuando le llegó la fama y siguió al pie de la letra el viejo lema (tan James Dean) que reza vive deprisa, muerte joven y deja un bonito cadáver. Murió a los 21 años a causa de una sobredosis de heroína. Apenas unos meses antes su novia, Nancy Spungen, había aparecido asesinada de una puñalada en el vientre. Ambos se había alojado en el Hotel Chelsea de Nueva York y se habían lanzado al abismo de las drogas y los excesos durante semanas. Ella tenía 20 años. A Sid Vicious se le acusó de la muerte de Nancy. Antes de que se llevase a cabo el juicio, Sid Vicious falleció. Hubo peli con un juvenil Gary Oldman histriónico y feroz.
7. Moda punki en Galerías Preciados
Muy pronto las ocurrencias estéticas del punk calaron en la moda convencional. Aquella revuelta de imperdibles, chupas de cuerpo, doc martens, camisetas rotas y absoluto desparpajo sigue nutriendo de propuestas las pasarelas actuales y hasta de los grandes almacenes. De Chanel a Dior pasando por Dolce & Gabanna, Versace, Marc Jacobs y El Corte Inglés. Todo es punk. El punk murió para ser fagocitado por el fashionismo y reinventado una y otra y otra vez en un eterno retorno que jamás acabará.
Epílogo: el punk que viene
¿Regresará de verdad el punk? ¿Existe un punk millennial? Bueno, existe una corriente subterránea de jóvenes punks que lucen sus crestas en los parques de las principales ciudades, codo con codo con otras tribus, existen espontáneos alaridos de rabia como fueron las Pussy Riot, hay quien define a 5 seconds of Mars como pop punk (tal vez es mucho decir) y en ciertas esquinas del rap mestizo ser respira el aire revolucionario del punk. ¿Volverá el espíritu del 77? No resulta descabellado pensarlo. Tal vez con otro tono, adaptado a las características de un siglo XXI global y estéticamente renovado. Pero el No future puede que, sí, tenga futuro.
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Fotos: Cordon Press