Se está poniendo muy interesante la calle Libertad. Siempre lo fue para quienes frecuentaban ese templo de la canción de autor que es el café Libertad y previamente, a apenas dos pasos, confortaban sus estómagos en Bocaíto, un clásico entre lo rancio y lo auténticamente suculento. Pero es ahora tienes Celso y Manolo, La Carmencita, el incombustible Bazaar, nuevas vinotecas que descubrir y, sobre todo, Propaganda 12.
Nos gusta Propaganda 12, establecimiento informal donde beber excelentes vinos y picar someramente, sin pretensioines de comilón, delicias italianas (coppa di parma, mortadella, gorgonzolla al champagne...) y algún otro plato de esa cocina internacional que ya no falta en ningún menú (tartare de atún, ceviche, etc). Todo está muy rico. Hay pasta del día.
Y hay, sobre todo, un espacio agradable y joven, entre lo chic y el desenfado moderno de lo industrial, un lugar donde se está a gusto y eso resulta de un valor inmenso.
Se está bien en Propaganda 12.
Tiene ese aire cosmopolita de los negocios que han abierto en España emprendedores venidos de otras latitudes. Y un público también heterogéneo y políglota. Muy del Madrid que está reinventándose (para bien y para mal) mediante la acogida de expatriados europeos que gozan de la noche capitalina y sus misterios.
Ah, y los vinos.
Lo importante aquí son los vinos (varios locales de la calle Libertad colocan los vinos en el centro de su propuesta) y se ofrecen hasta 365 en su carta. Los hay franceses, de Nueva Zelanda, españoles y, por supuesto, italianos.
Y también hay excelente champagne.
La calle Libertad recobra vida y tiene menos zonas de sombra y se gentrifica aproximándose a Huertas y dejando de ser Chueca aunque lo siga siendo. Y Propaganda 12 (en el número 12 de la calle Libertad9 es un sitio fabuloso para quedar, para cenar, para tomar un vino, para degustar un cóctel, para mirar la calle a través de su cristalera si es mediodía. En fin, repitamos que nos gusta y que quizás (por poner alguna pega) a veces los precios están un poco disparados con respecto a la modesta oferta culinaria. Pero, bueno, quizá fue una impresión equivocada en una primera visita. Volveremos y ya os diremos qué tal.
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Fotos: Propaganda 12