La historia secreta de Meghan Markle
La historia secreta de Meghan Markle

Aunque algo remotos, los orígenes de Meghan Markle nos llevan directamente a un castillo, concretamente al de Windsor, el mismo que se está convertiendo en el escenario de su boda con el príncipe Harry de Inglaterra.
Y es que en este mismo edificio, allá por 1856, una antepasada de la actriz estadounidense trabajó como criada para la reina Victoria. Se llamaba Mary Bird y acabó casándose con un soldado con el que posteriormente tuvo tres hijas (una de ellas, también de nombre Mary, es la tatarabuela de Meghan Markle).

Cuando la mujer enviudó emigró con sus hijas a Canadá y desde allí se trasladaron a Estados Unidos, donde se establecieron.
Muchísimos años más tarde, uno de los descendientes de esa criada al servicio de Su Majestad sería el padre de Meghan Markle.
Así que siglo y medio después, ella dará el sí, quiero a su príncipe azul en el mismo edificio en el que trabajó su lejana tatarabuela segunda. Caprichos del destino.
Los orígenes plebeyos de Meghan Markle
La genealogía de Meghan Markle ha sido desvelada por numerosos medios británicos, que han rastreado generación tras generación las raíces familiares de la inminente esposa del príncipe Harry.
Como en el caso de la inmensa mayoría de los mortales, los orígenes de la actriz son plebeyos y está muy orgullosa de ello. Así lo aseguraba en la entrevista que hace unos días concedía junto a Harry para la televisión británica.
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Porque la historia familiar de Meghan Markle es una historia de mestizaje.
Además de esa tatarabuela criada de la reina Victoria (de orígenes irlandeses -por eso Meghan es católica-), también encontramos antepasados de origen afroamericano que lucharon en la Guerra de Secesión de Estados Unidos para acabar con la esclavitud.
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De ahí viene la madre de Meghan Markle, de la esclavitud con la que se cimentó Estados Unidos. Y de la lucha por la libertad de millones de afroamericanos.
Un soplo de aire fresco
La llegada de Meghan Markle a la corona británica va a suponer un soplo de aire fresco y un referente para la población negra y otras minorías étnicas que vienen denunciando una desigualdad racial muy arraigada en la sociedad británica.
El castillo de Windsor, con capacidad para 800 personas, ha sido el elegido para la ceremonia. El mismo lugar en la que en 1984 fue bautizado Harry y el mismo edificio al que se adhieren las raíces del árbol genealógico de Meghan Markle.
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Fotos: Cordon Press