Emilia Clarke y su verdadera belleza (fuera de Juego de Tronos)
Emilia Clarke y su verdadera belleza (fuera de Juego de Tronos)
A veces la realidad supera a la ficción. Sobre todo en cuestión de belleza. ¿La prueba? El look beauty de Emilia Clarke, también conocida como Khaleesi en Juego de Tronos, en el estreno de la quinta temporada de la serie. Y es que, detrás de las cámaras, La Madre de Dragones no es ni tan rubia, ni tan fiera como la pintan. ¿Guapa? Todo y más.
Para la première, Emilia ha escogido un favorecedor maquillaje con los labios besados por un labial rojo de acabado cremoso y un suave ahumado violeta en la mirada. Estas son las dos claves principales de su imagen: clásicas, siempre eficaces y, a la vez, reinventadas en clave actual. Porque no es lo mismo pintarse los labios de rojo, sin más, que hacerlo con la barra de labios perfecta. Y lo mismo pasa con los smokey eyes, sorprendentemente románticos en tonalidades lilas para el make-up de Emilia Clarke.
Bésame, bésame mucho (y en color rojo)
El primer paso para conseguir los labios rojos de la actriz de Juego de Tronos es exfoliar e hidratar la piel para que la superficie quede perfecta a la hora de aplicar el color. Después, hay que escoger el labial adecuado. El suyo es un rouge vibrante, con algo de brillo y más tendencia al naranja que al rosa; un matiz perfecto para crear contraste con su tez clara.
Con los rojos extremos, es mejor no jugársela y extender el producto con un pincelito específico, de punta plana y biselada y con dureza media. Así se mininiza el riesgo de cometer errores (algo muy útil sobre todo con las fórmulas permanentes). Una vez coloreados los labios, se puede aplicar una capa de polvos sueltos para fijar el color y, después, volver a poner otra capa de labial para terminar eliminando el exceso con un tissue. ¡Y listo!
Mírame a los ojos (ahumados)
¿Quién dijo que (siempre) hay que elegir entre destacar ojos o labios? En el último maquillaje de Emilia, ambos rasgos tienen protagonismo. Eso sí: el efecto fumée de su mirada se basa en la discreción, para no eclipsar a su rouge sino acompañarlo con equilibrio. Tan solo un toque de sombra gris con reflejos violetas en la parte exterior del párpado, justo donde el ojo se vuelve almendrado y para destacar su forma. Más un poco de máscara de pestañas negra y algo de iluminador en el lagrimal.
Labios y ojos van acompañados de una piel impecable. Sin estridencias. Para lograrla, es necesario hidratarla muy bien, además de elegir un fondo de maquillaje líquido de acabado mate que embellezca el cutis sin enmascararlo. Y, como todo el color ya va en los labios, no pasarse nunca con el blush, en tono melocotón y aplicado en apenas un brochazo ascendente en la línea de los pómulos. Una coleta baja, con el cabello pegado al cráneo, la raya a un lado y ni un solo pelo fuera de su sitio, completa el look de Emilia... y el de todas las que se atrevan a emularla en cuanto tengan oportunidad.
Fotos: Gtres