El Principito: un teatro que se convirtió en club de moda
El Principito: un teatro que se convirtió en club de moda
Si hay un testigo arquitectónico directo de la vida social y cultural de Madrid del último siglo, ese es El Principito. Aunque actualmente se haya reconvertido en club de moda con Cha Chá y eventos varios, a lo largo de sus más de cien años de historia este emblemático edificio situado en la no menos icónica calle Cedaceros ha hecho las veces de teatro, cine, cabaret, sala de fiestas y hasta frontón femenino.

Todas esas vivencias, todos esos momentos contados y también secretos que han albergado sus muros en el tiempo (igual que si de un auténtico organismo vivo y no de un simple espacio físico se tratase) se perciben al traspasar la puerta en forma de buenas sensaciones: he ahí la magia de los lugares como El Principito.
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En 1907, el arquitecto Luis López López ideó el proyecto inicial que le daría forma. Y, en 1920, Luis Ferrero Tomás lo completaría.
Hoy, el lugar se encuentra reformado pero respetando al máximo esos dos diseños iniciales; conservando muchos de sus elementos originales y parte de su vocación primigenia.
Un sitio, muchos nombres
Salón Madrid, Frontón Madrid, Teatro-cine Rey Alfonso, Club Picadilly, Casino Nuevo, Club Lido, Cine Panorama, Teatro Arniches, Cine Cedaceros y Cine Bogart son todos los nombres con que se le ha conocido hasta llegar a ser El Principito. Esta amplia (y evocadora) nomenclatura también nos puede dar una idea de su no menos nutrida riqueza histórica.
Reyes, okupas y socialités han recorrido en diferentes instantes cronológicos sus salas, sus escaleras, su patio de butacas, sus palcos o su escenario. De ayer, a aquí y ahora. "La función del arte en la sociedad es edificar, reconstruirnos cuando estamos en peligro de derrumbe." Esta frase de Sigmun Freud, que tomamos prestada del Instagram de El Principito (@elprincipitomadrid), lo resume todo muy bien.
Fotos: El Principito (Facebook e Instagram)