Dior Haute Couture o el arte de hacer moda
Dior Haute Couture o el arte de hacer moda
El sueño de la Alta Costura de Dior empieza a materializarse entre bambalinas. Tras el telón. En sus talleres. Muchos meses antes de que sus diseños recorran la pasarela, iluminando cada rincón de París a base de magia, savoir faire y delicadeza femenina. Puntadas que quieren ser eternidad, tejidos destilando artesanía a los cuatro vientos, formas únicas en el mundo, inspiraciones venidas desde muy lejos en el tiempo, reminiscencias New Look, detalles que jamás se olvidan: todo esto y mucho más conforma la Haute Couture Primavera-Verano 2016 de la maison.

De cerca, hasta la perfección se magnifica; si es que es posible llegar más allá de lo ya estratosférico. Con el arte como componente fundamental. Pues la moda es una manera de creación artística, y Christian Dior fue uno de esos modistas que nacieron del cine, de los museos, de la naturaleza. De lo bonito de la vida. De la capacidad para generar emociones, sentimientos y reacciones en los demás al comunicar una idea.
Algo que se aprecia de un modo evidente en los artworks realizados por la artista Rosanna Webster con pequeños fragmentos de la colección, retazos del desfile, texturas y colores tomados de sus piezas estrella. Porque, ¿por qué mostrar las cosas de la forma habitual cuando se puede hacer diferente?
Todo suma. Todo permanece. ¿El trasfondo que lo une? Aquella vocación primigenia de, ante una tesitura poco amable o incluso hostil (como la que vivía la Europa de posguerra en el año 1947, cuando surgió el nuevo look de Christian Dior) ayudar a la evasión a través de la moda. No se trata de alejarse de la realidad, sino de vestirla a base de belleza, de optimismo, de esperanza. Hoy, esa esencia que vio nacer a la firma parisina sigue viva. Tanto como su excelencia antes, durante y después del desfile.
Fotos: Cortesía de Dior