Ana Álvarez: aquellos maravillosos 90
Ana Álvarez: aquellos maravillosos 90
Sigue en activo y continúa exhibiendo un carisma fuera de duda, pero quizá fue la década de los 90 cuando Ana Álvarez más brilló como estrella del cine español. Repasemos su trayectoria.
Ana Álvarez, una de las grandes estrellas de los 90
Década de los 90 del siglo XX: Ana Álvarez participa en títulos como Don Juan en los infiernos, La madre muerta, Brujas o Cha-cha-cha. Es su gran momento como actriz. Pero ¿cuáles son los orígenes de esta carismática intérprete?
Modelo antes que actriz
Nacida en Jerez de la Frontera, Ana Álvarez se trasladó a Madrid a los trece años. Al finalizar sus estudios de bachillerato, se marchó a trabajar como modelo a Japón y de allí fue a París, Atenas y otras capitales europeas. Pero su deseo era convertirse en actriz e ingresó en la Escuela de Arte Dramático de Madrid, donde estudió interpretación.
Primeros papeles
Ana Álvarez rodó su primera película en 1988. Fue Jarrapellejos de Antonio Giménez-Rico, con quien repitió al año siguiente interviniendo con un pequeño papel en Soldadito español. En 1990, Ana intervino en la comedia de Álvaro Sáenz de Heredia Aquí huele a muerto. Y ese mismo año coprotagonizó, junto a José Coronado, El Tesoro película de Antonio Mercero.
La crítica se rinde a sus pies
En 1993, Ana Álvarez coprotagonizó junto a Karra Elejalde el largometraje de Juanma Bajo Ulloa, La madre muerta. En esta película, la actriz encarnaba el papel de una joven que, tras haber visto cómo asesinaban a su madre y recibir un disparo en el asalto, sufre una deficiencia mental. Por este papel obtuvo el Premio a la Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cine de Estocolmo, en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias y en el Festival Internacional de Cine Policiaco de Cognac.
Cha-cha-cha
Su primer gran éxito comercial llegaría cinco años después junto a Eduardo Noriega y Jorge Sanz con el largometraje Cha-cha-chá. De aquel trabajo surgió también la relación sentimental que le uniría durante dos años con el actor santanderino.
También se atreve con las series
En el 2003, protagoniza su primera serie televisiva, London Street, a la que seguirían varias más a lo largo de los años: Quart, en 2007; Acusados, en 2009; Sin tetas no hay paraíso, también en 2009; Los misterios de Laura, en 2011; o La memoria del agua, en 2012.
Trabajos recientes
En los últimos años no ha habido uno solo que no tuviese un proyecto (excepto el de la pandemia). En 2016, se sumó al reparto de La que se avecina; en 2017, inicia la grabación de La verdad; en 2018, protagoniza uno de los capítulos de Cartas en el tiempo; en 2019, participa en la peli Rocambola; en 2021, trabaja en el cortometraje Alas de tiniebla; en 2022, forma parte del elenco de Montecristo; y en 2023 se incorporó al reparto de Mía es la venganza, protagonizada por Lydia Bosch.
Más allá del cine y la televisión
No sólo se dedica a la interpretación . Ana Álvarez cumplió un sueño con la creación de Mr. Willbe, un espacio de talleres creativos para niños en los que combina la educación , la creación y el cine para fomentar el lado artístico de los jóvenes.
Joven madre y abuela
Con solo 20 años tuvo a su hijo Samuel, que ahora trabaja como especialista en escenas de acción con caballos para el cine y la televisión. Y no solo eso, en 2018 nos enterábamos de que también había sido abuela el año anterior, por lo que lo fue con sólo 48 años.
Su famoso cuñado
Álvarez no es la única famosa de la familia. Su hermana Sandra está casada con el torero Óscar Higares, con quien la actriz se lleva increíblemente bien: “Óscar es un hombre muy trabajador y se toma las cosas con mucha profesionalidad. Me encantaría trabajar con él”, dijo cuando se estrenó como actor en la serie Gigantes.
No a la cirugía estética
La actriz tiene 55 años pero, según confesó en una revista, no tiene pensado pasar por quirófano para intentar quitarse ningún año de encima: “Que no se me acerquen porque me dan miedo. Nunca me he pinchado nada porque soy actriz, no me dedico a otras cosas. Para mí la edad es una bendición“.
No le afecta el edadismo
No ha dejado de trabajar en ningún momento de su extensa carrera, pero según ha afirmado en alguna ocasión, cree que tendrá papeles más interesantes dentro de unos años. “Por genética envejezco muy bien, pero los papeles que se escriben para mujeres de mi edad es para no estar tan bien físicamente”, afirmó en una revista.